Durante la compra de una vivienda, existen varios documentos que una persona debe entregar y certificar para que finalmente se produzca la operación. Uno de los trámites que sirven para formalizar la compraventa es la certificación registral de la vivienda, un documento emitido por entidades reguladoras de la propiedad en España que habitualmente no goza de mucha popularidad. Por ello, desde Novoveral, como expertos en la venta de inmuebles y contando con una de las mayores promociones de venta de pisos en Vicálvaro (Madrid) queremos resumir todo lo importante relacionado con esta certificación.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que la certificación registral es un documento de carácter público emitido según el caso, por el Registro de la Propiedad o el Registro Mercantil. Este acredita la situación jurídica de un bien inmueble o de una sociedad y es un medio de prueba de los derechos inscritos en el registro, así como de la identidad y capacidad de las personas que lo pueden exhibir.
La certificación registral de una vivienda sirve para conocer el estado real de un bien inmueble o de una sociedad, y asimismo, garantiza la seguridad jurídica en las operaciones que se realicen sobre ellos. Un ejemplo de ello es, si se quiere comprar o vender un local, es conveniente solicitar una certificación registral para comprobar que el vendedor es el verdadero propietario del inmueble, que este está libre de cargas y que no exista algún tipo de limitación o prohibición de traspaso. Del mismo modo, que, si se quiere constituir o participar en una sociedad, es aconsejable pedir una certificación registral para verificar que la sociedad está debidamente inscrita, que cumple con los requisitos legales, y que no tiene deudas o embargos.
Existen dos tipos principales de certificación registral, por un lado, la certificación de dominio y cargas y por otro lado la certificación literal. En el caso de la de dominio y cargas, también conocida como certificación de la finca acredita quién es el propietario de una finca, así como si tiene alguna carga o circunstancia especial sobre ella, como una hipoteca, un embargo o un usufructo. En cambio, la literal es aquella que transcribe todas las inscripciones que constan en el registro sobre ese bien inmueble.
A grandes rasgos, aunque depende del tipo de certificación solicitada, esta ofrece una serie de datos en beneficio del comprador entre los que destacan el nombre y la firma del registrador, así como la fecha en la que se expidió la certificación y la caducidad de la misma. Esto es importante ya que ofrece la veracidad y prueba de los hechos hasta la fecha registrada. Relacionado con el inmueble, se puede encontrar la descripción del bien inmueble, los datos de identificación y capacidad de las personas que son titulares de los derechos inscritos sobre el bien inmueble, etc. Incluso se puede
Por último, al tratarse de un documento público, será necesario para solicitarla acudir al Registro de la Propiedad o al Registro Mercantil del lugar donde se encuentre el bien inmueble o bien vía online por vía telemática y finalmente abonar las tasas correspondientes