¿Vas a vender tu antigua vivienda para comprarte un piso nuevo? Esto es lo que necesitas saber:
- El posible comprador puede pedirte que le muestres las escrituras o título de propiedad para verificar la titularidad de la vivienda, las fechas anteriores de compraventa, los metros cuadrados de superficie y los posibles anexos, etc. Este documento es muy importante, asegúrate de tenerlo a mano y de guardarlo en un lugar seguro.
- Los planos de tu vivienda serán muy útiles para los compradores interesados, porque permiten estudiar los espacios para posibles reformas y para amueblar y decorar la casa.
- En el caso de querer consultar si la vivienda tiene alguna carga, y si puede venderse y comprarse de manera legal, cualquier persona puede solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad donde esté registrado el inmueble. Es muy común que la pida el comprador cuando este quiere solicitar una hipoteca, pues el propio banco se la va a demandar para concederle el préstamo. La nota simple informa también sobre la ubicación, la descripción y la superficie del piso o la casa, tiene una validez de tres meses y su precio está en torno a los 3 o 4 euros. Otra opción es comprarla a través de internet, en la oficina en línea del Colegio de Registradores por un precio de 9 euros.
- El comprador también puede solicitar un certificado de no deudas al presidente o al administrador de tu comunidad de vecinos, para asegurarse de que no debes dinero de cuotas, derramas, etc.
- A la hora de fijar el precio de tu vivienda y de negociar con posibles compradores (o bien para alquilarla), es aconsejable que cuentes con una tasación realizada por un perito independiente. Por un precio entre 100 y 500 euros, este profesional redactará un informe técnico donde aparecerán datos fundamentalmente económicos y en el que se fijará el precio de mercado del piso o la casa, además de otra información de tipo urbanístico, demográfico, etc., también muy útil. El precio de la vivienda se establece, generalmente, según el valor que tiene en el mercado inmobiliario en ese momento.
- Debes contar con un certificado energético a la hora de vender o alquilar tu vivienda. Con un coste de entre 70 y 200 euros, este documento, obligatorio desde 2013, especifica la calidad energética de tu inmueble con una letra que va desde la A (calidad excelente) hasta la G (la peor calidad). Con esta información, el comprador interesado puede calcular cuánto se va a gastar en calefacción, luz, aire acondicionado, agua caliente… y si la vivienda es más o menos sostenible.
- En algunas comunidades autónomas pueden pedirte la cédula de habitabilidad, que certifica que la vivienda se puede usar como residencia porque cumple con todos los requisitos de habitabilidad que exige la legislación. Puede costar entre 100 y 200 euros. En el caso de la Comunidad de Madrid, la expedición de este documento para vender una vivienda antigua dejó de ser obligatoria en 2018.
Aunque, como has visto, no todos estos documentos son obligatorios, cuanta más información aportes a la hora de vender tu vivienda de segunda mano, ¡más lo agradecerán los compradores!