Entramos en la recta final del año 2021, el cual ha devuelto esperanza y prosperidad a muchos sectores agitados por la pandemia. En concreto, para el sector inmobiliario, después de una notable recuperación, se avecina un 2022 bastante optimista si consultamos a los expertos del sector.
El economista senior de Oxford experto en mercado inmobiliario, Ricardo Amaro, comenta acerca de la subida de los precios de la vivienda en la Eurozona, con una tasa de variación del precio en un 8%. También, el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA anuncia unas previsiones favorables gracias a la mejora de la coyuntura económica, tipos de interés bajos, etc. permitiendo una recuperación rápida del sector inmobiliario. Este contexto y unas previsiones continuistas provocan que estemos en un buen momento para la adquisición de viviendas, atrayendo inversores que miran la Eurozona como una oportunidad.
Una vez dicho esto, interesa hacer una revisión de la situación española actual de cara al 2022. Los expertos coinciden en la perspectiva de estabilidad de precios de la vivienda, con una perspectiva para el 2022 de un pequeño aumento, pero nunca superior al 10% según Jose Manuel Fernández, subdirector de UCI. Por ello Toni Expósito, CEO de Compracasa, directamente comparte la buena situación en la que nos encontramos para solicitar una hipoteca, dado que el euríbor y los tipos de interés se encuentran a la baja.
Ante esta próspera situación del mercado inmobiliario, es inevitable que más de uno pueda encontrar similitudes con 2007, y se muestre desconfiado. Por ello es importante ver las diferencias y explicar por qué no hay boom de la construcción. En primer lugar, el estallido de la burbuja española fue causado por tipos de intereses variables (un 97%), con periodos más cortos de los que se fijan actualmente, produciendo una subida de los tipos de intereses más rápido que en otros países. En segundo lugar, el mercado inmobiliario español se encuentra en una situación totalmente distinta: en 2007 había un notable endeudamiento agregado y poca prudencia de los bancos para conceder créditos. Actualmente, el mercado español es sólido y sostenible, con una situación contraria a 2007, con una mayor prudencia de los bancos y una sólida posición de partida de los hogares y empresas de este sector. Un ejemplo de ello es expuesto por la economista Judit Montoriol, donde en 2006 se visaron más de 850.000 viviendas al año, cifra que contrasta con la oferta de nueva vivienda actual, la cual no supera las 100.00 unidades por año.
Por último, cabe destacar las nuevas preferencias de los compradores de viviendas, dejando señales y tendencias que se pueden reproducir durante el 2022. En un estudio de Fotocasa acerca de la evolución de los perfiles de comprador, nos encontramos que un 61% de los compradores han barajado la opción de vivienda de obra nueva. Además, vuelve a crecer la cifra de compradores que únicamente han buscado viviendas de obra nueva, con un 21% en 2021, tres puntos más que el año anterior.