Ha concluido la mitad del 2022 y se puede apreciar como el mercado inmobiliario ha tenido una rápida recuperación. Aun así, vuelve a aparecer el mismo problema que las grandes ciudades llevan arrastrando desde hace años: falta de oferta de vivienda. A raíz de esta carencia, miles de ciudadanos ven como suben los precios del alquiler a medida que va pasando el tiempo, creando situaciones muchas veces insostenibles para algunos inquilinos.
La tasadora madrileña UVE Valoraciones, haciendo uso de un modelo predictivo de valores de mercado basándose en ofertas actuales, expone recientemente cómo a lo largo de 2022 el arrendado verá como aumenta el precio del piso aproximadamente un 6%. Este aumento de los precios, según UVE Valoraciones se debe a la evolución del actual ciclo económico. En 2014 el precio medio que se pagaba por metro cuadrado estaba en torno a 7,5 euros, respaldado por una oferta mínima de 155.000 viviendas. Fue el periodo entre 2017 y 2019, que la oferta se vio estabilizada con una media de 85.000 casas, superando los 11 euros por un metro cuadrado.
La situación cambió durante la crisis sanitaria, empezando con 84.000 ofertas en los meses de confinamiento y llegando hasta superar las 140.000. Este aumento drástico fue provocado por el traslado de viviendas del régimen turístico a un alquiler tradicional, ya que las restricciones de movilidad impidieron la movilización habitual del turismo. Aun ofreciendo buenas cifras en términos absolutos, el 2020 no fue un año para recordar, por ello hubo que mantenerse en espera hasta conseguir la recuperación tras haber vuelto a la normalidad. Pero los datos actuales, asegura la tasadora, reflejan nuevamente la situación de años atrás, acelerando la caída de la oferta, situada en abril de 2022 cayendo hasta las 65.000 viviendas y manteniéndose alto el coste del alquiler.
Tras el análisis de la situación en los municipios más poblados del país, los datos para el ciudadano que vive en alquiler en una gran ciudad no auguran buenos tiempos. En primer lugar, del análisis se presenta la situación de Barcelona, la ciudad condal es el municipio que se ha visto abocado a resistir la caída del 43,5% de la oferta, seguido de lejos por Madrid, cuya caída apenas supera el 30%.
El reflejo de estos datos en el mercado del alquiler lo presenta el reciente informe de Fotocasa. Éste concluye con que, al margen de la situación de los salarios, el precio de la vivienda en alquiler subió un 16%, una cifra elevada en comparación con la subida del precio del metro cuadrado al comprar una vivienda, solo un 1,7% durante 2021.
Esta radiografía deja una situación clara que muchos expertos llevan años anunciando: las grandes ciudades necesitan más viviendas. Pero no viviendas de cualquier manera, sino optar por promociones que se preocupen por unas buenas calidades en zonas de la periferia, con el fin de evitar ver cómo suben los precios de alquiler de las zonas más céntricas.