La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado recientemente su Informe Mundial de las Ciudades bianual acerca de la evolución de las ciudades en términos de urbanización, donde destaca la ralentización del crecimiento de la población en las ciudades a causa de la pandemia. Durante el primer periodo se registraron un gran número de migraciones originadas en grandes urbes con dirección a pueblos pequeños o el campo, en un contexto donde estos lugares eran considerados más seguros. Aun así, esta anomalía tuvo un impacto a corto plazo, porque las previsiones siguen siendo alrededor de 2.2 billones de personas más a partir del año 2050 migrando a las grandes ciudades, pasando del 56% de la población urbana al 68%.
Al coincidir la publicación del informe con el Foro Urbano Mundial, celebrado en Katowice, Polonia, se pudo debatir acerca de los nuevos retos y peligros a los que se van a enfrentar las ciudades a este ritmo. En un contexto de inflación, cambio climático e interrupciones en muchas cadenas de suministros, el Informe ONU-Hábitat arroja un desenlace optimista para las ciudades que apuesten por la equidad y ecología real.
Desde una investigación exhaustiva, el informe refleja una estimación del futuro, evaluación de las políticas de urbanismo y prácticas de desarrollo sostenible, por lo que son las ciudades que apuesten por esta clase de vías, las que menos efectos negativos se llevarán tras el constante aumento de población. Con ello, se exige compromiso a los gobiernos nacionales y locales para la aplicación y gestión de tecnologías y nuevos conceptos en materia de urbanismo. El fin será poner en práctica políticas comunes que beneficien y atiendan las necesidades de todas las ciudades, reafirmando la idea de lograr ciudades equitativas con un nuevo contrato social que potencien los servicios públicos como la cobertura sanitaria o la renta básica universal, así como servicios básicos para sus ciudadanos.
Entre las conclusiones del reporte destaca que es indudable el continuo crecimiento de las ciudades en un futuro, lo que implica niveles de urbanización un tanto desiguales que retrasen el desarrollo y crecimiento económico, sobre todo de los países más desarrollados. La directora del Informe Mundial de las Ciudades y Subsecretaria General de la ONU, Maimunah Mohd Sharif, afirma que “la urbanización sigue siendo una tendencia muy grande en pleno siglo XXI” lo que implica también “numerosos desafíos que han sido expuestos durante la crisis del Covid-19”
En cambio, con la rápida evolución de la pandemia y las grandes respuestas que han dado ciudades como Madrid, se ha permitido dotar a las ciudades de una visión alternativa, permitiendo ejecutar políticas con un punto de vista añadido. Gracias a esta clase de reportes, se podrá tener información añadida global que permita yuxtaponer la forma de actuar global con las prácticas más locales, puesto que ambas medidas se complementan y permitirán que se expandan las ideas de muchas ciudades a todos los rincones del mundo. Una correcta aplicación de medidas, que lleven sellos de compromiso con el desarrollo urbanístico, provocará que las generaciones futuras puedan heredar un futuro mucho más favorable.