Ya hemos comentado en otras entradas del blog que en esta época de incertidumbre la adquisición de pisos sobre plano es una opción segura y muy aconsejable. Si sigues interesado en comprarte un piso este año, procura estar bien informado sobre todos los pasos que vas a seguir. ¡Será uno de los momentos más importantes de tu vida! ¿Qué documentos se necesitan? ¿Cómo es el proceso? Y sobre todo… ¿cuáles son los gastos de compra de una vivienda?
Si adquieres un piso de nueva construcción, debes exigir al promotor o al comercializador la siguiente documentación: identificación del promotor, constructor y dirección facultativa; descripción de la vivienda con planos y expresión de la superficie útil; memoria de calidades; copia de la licencia de obras; datos registrales de la finca; indicación precisa de la fecha de inicio de la construcción y entrega de la vivienda, que debe recogerse en el contrato de compraventa como condición esencial; precio y forma de pago exacta, incluyendo los impuestos, y entrega de las garantías obligatorias para asegurar la devolución de las cantidades entregadas a cuenta más el interés legal. Las cantidades deben ingresarse en una cuenta especial. Todo esto debe quedar también reflejado en el contrato de compraventa que vas a firmar. No olvides guardar una copia de toda la documentación, incluida la oferta, la promoción o la publicidad distribuida durante la comercialización, ya que su contenido es vinculante para el promotor.
A continuación, vamos a ver qué gastos de compra de una vivienda derivan de todas las gestiones de compraventa. Estos gastos dependen de si la vivienda es nueva o de segunda mano y de si se solicita o no un crédito hipotecario. En cualquier caso, si estás pensando en comprar una casa, ten en cuenta que al precio del inmueble debes añadirle otros gastos que pueden rondar en torno al 10% del precio inicial.
Si el piso es de segunda mano, es conveniente realizar una tasación inmobiliaria. Y si vas a solicitar un crédito hipotecario, este requisito se convierte en imprescindible. Aquí tienes el primer gasto: pagar al tasador (unos 350 €). Según el resultado de la tasación, que tiene una caducidad de seis meses, el banco determinará la financiación correspondiente. También es obligatorio el certificado de eficiencia energética (entre 150 y 250 €), pero este desembolso suele llevarlo a cabo el dueño del inmueble.
Si la vivienda es nueva, al precio inicial hay que añadirle el IVA (un 10% en todo el país). Si es de segunda mano, no está sujeta al IVA pero sí al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, que varía de unas comunidades autónomas a otras.
En cuanto al préstamo hipotecario, este puede incluir una comisión de apertura de hasta un 2% de la cantidad solicitada. A esto tienes que añadirle la «entrada» que des en el momento de la compra, que suele ser de un 20% del precio de la tasación, a no ser que el banco financie el 100% del precio de la vivienda. Pero lo normal es que financie hasta un 80%. Esta aportación inicial, sumada a los impuestos arriba mencionados, nos obliga a ahorrar durante un tiempo antes de comprar una vivienda y a hacer muy bien las cuentas y dejarnos asesorar por profesionales.
La buena noticia es que no todos los gastos de compraventa los asume el comprador. Desde la última ley hipotecaria, son los bancos los que tienen que pagar los gastos notariales, los gastos registrales y los gastos de los trámites administrativos de la gestoría con la que trabaja la entidad financiera.