¿Estás pensando en comprar una vivienda nueva? ¿Tienes claros todos los pasos, documentos y gestiones que debes realizar?
Recuerda que el promotor inmobiliario, en el momento de la reserva de la vivienda, está obligado a proporcionarte estos documentos: la identificación del promotor, la descripción de la vivienda según el Anteproyecto arquitectónico —que debe incluir planos y datos sobre la superficie útil, ambos provisionales—, y una memoria de calidades que incluya también las zonas comunes.
En cuanto al contrato de compraventa, en él deben quedar claros los siguientes elementos: fecha de inicio de la construcción y de entrega de la vivienda, precio (con el IVA aparte) y forma de pago, impuestos y garantías obligatorias, y penalizaciones que pagaría el promotor en caso de demora.
Una vez que se produzca la entrega de llaves, la promotora debe proporcionarte los estatutos de la comunidad de propietarios y el libro del edificio, que se entrega a la Administración de la Comunidad ya constituida para su consulta por cualquier vecino.
¿Eso es todo? Hoy quería comentar otra cuestión fundamental a la hora de comprar una vivienda nueva: la importancia de asegurar tu casa. Si has adquirido tu vivienda por medio de una hipoteca, el propio banco te obligará a contratar un seguro de hogar. Pero recuerda: no siempre la póliza de seguros que ellos te recomiendan es la que más te interesa. Es aconsejable estudiar las propuestas de varias compañías para comparar precios y prestaciones en función de las necesidades de cada uno.
¿Sabes para qué sirven los seguros del hogar? ¿Qué ventajas tienen?
Cuando adquirimos una vivienda, en especial si esta es nueva, pensamos que no puede ocurrirle nada malo, ni a la estructura ni a su contenido. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Nadie está exento de sufrir un incendio, una inundación, un daño eléctrico, un robo, un acto vandálico… Por eso es tan importante tener protegido —asegurado— tu hogar y los objetos más valiosos que haya en él.
El seguro del hogar no solo te protege de lo que pueda ocurrirte a ti, sino también del daño que puedas causar accidentalmente a otros vecinos. Esto se llama cobertura de responsabilidad civil de la vivienda. Por ejemplo, si a causa de una avería tuya se mancha el techo de tu vecino de abajo, el seguro se encargará de los arreglos necesarios, indemnizaciones y hasta costas judiciales.
Si adquieres la vivienda para poder alquilarla, un buen seguro puede cubrirte incluso los impagos de los inquilinos. Por eso es tan importante estudiar las propias necesidades y comparar distintas pólizas hasta decidirse por la más adecuada.
En otros casos los seguros cubren la defensa jurídica de los habitantes de la casa ante enfrentamientos legales entre vecinos. ¡Incluso pueden proteger a tus mascotas! Como lo oyes, hay pólizas que cubren el posible daño que los animales puedan causar a terceros. No es más que un ejemplo de todas las posibles circunstancias que se pueden dar y que tienes que prever con responsabilidad, contratando un buen seguro de hogar adecuado a tus necesidades, para disfrutar con tranquilidad de tu recién adquirida vivienda.