En el mes de febrero habíamos publicado un post sobre los tipos de hipotecas que existen: fijas y variables. Los dos tipos se diferencian en que, en las hipotecas fijas, el interés no cambia durante toda la vida del préstamo, mientras que en las variables el interés va cambiando en función de las subidas y bajadas del euríbor (el índice de cotización de referencia más frecuente en los créditos hipotecarios). Habíamos explicado también que existen hipotecas mixtas, en las que se paga una cuota fija durante un primer período y después se pasa al tipo variable.
Durante años, la mayoría de las hipotecas que se han firmado en España han sido variables, pero a lo largo de la pandemia ha cambiado esta tendencia. En el marco de la emergencia sanitaria y socioeconómica mundial, en los últimos meses el euríbor ha permanecido en mínimos y las hipotecas variables resultan muy baratas y, como consecuencia, muy atractivas. Esta es la razón por la que los bancos están ofreciendo también hipotecas a tipo fijo más baratas para animar a los clientes a contratar esta clase de préstamo, hasta el punto de que las hipotecas fijas constituyen una de las claves del mercado hipotecario de este año. Según datos del INE, el porcentaje de hipotecas fijas subió el pasado 2020 hasta el 48%, la cifra más alta en 17 años. Y en el presente año continúa esta tendencia.
Ya dijimos que el año 2020 había cerrado con cuatro mínimos históricos del euríbor. La política expansiva del Banco Central Europeo (BCE) para estimular la economía y contrarrestar los efectos de la crisis de la COVID-19, hizo que en 2020 alcanzáramos -0,35% en agosto, -0,41% en septiembre, -0,46 en octubre y -0,48 en noviembre. En diciembre llegó a tocar el -0,50%.
En el caso de España, el estado del euríbor ha ido acompañado de una fuerte caída de los sobrecostes de los créditos hipotecarios. ¿Qué significa esto? Significa que los nuevos compradores contaréis con hipotecas baratas a lo largo de 2021. En el mes de diciembre de 2020, llegaron a concederse créditos al 1,67% TAE, todo un récord desde que se tiene constancia en 2003 (TAE es la Tasa Anual Equivalente, que incluye las comisiones bancarias y los demás gastos hipotecarios). Desde los primeros meses de la crisis del coronavirus, esta tasa ha ido bajando, de manera que hemos encadenado muchos meses consecutivos de TAE en torno al 2%.
No solo la política del BCE ha provocado esta situación. La reducción de la actividad después de años consecutivos creciendo (con la pandemia, muchos clientes se han pensado dos veces sin meterse en la compra de un piso o seguir esperando), ha llevado a los bancos a una mayor competencia y a unos márgenes más estrechos de maniobra. Esto también ha influido en el descenso de los costes hipotecarios.
Como conclusión, 2021 es un buen año para comprar un piso nuevo sobre plano, con zonas exteriores y todas tus prioridades en la «nueva normalidad», y con una hipoteca barata.