Si estás pensando en comprarte un piso en Madrid, te preguntarás si es mejor una vivienda nueva o bien de segunda mano. La elección depende de muchos factores: económicos, familiares, laborales… Sin embargo, es un hecho que comprar vivienda nueva tiene numerosas ventajas. Vamos a repasar, a continuación, las principales.
Las casas de segunda mano, aunque no sean muy antiguas o estén reformadas parcial o totalmente, siempre están sujetas a más averías, no solo de la propia vivienda sino también de la comunidad, por lo que son frecuentes las derramas y otros gastos inesperados por daños estructurales del edificio. La vida útil de las viviendas usadas es mucho más corta que la de las nuevas, y la posibilidad de que el edificio sufra daños estructurales es mayor.
Si adquieres una vivienda nueva, el que estrena la vivienda serás tú. Y te olvidarás, durante muchos años, de reformas, remodelaciones, obras, extras… Serás tú el que adapte, decore y amueble la vivienda a tu gusto. El promotor te la entregará impecable y podrás habitarla en el mismo momento en que tengas las llaves.
Ya sabes que los pisos de obra nueva ofrecen más prestaciones que los de segunda mano. Por ejemplo, calidades y acabados de última generación, arquitectura más vanguardista con modernos diseños, ventajas tecnológicas como la domótica…
Además de que la distribución de los espacios es más moderna, los pisos nuevos suelen ser más amplios que los antiguos y muchas veces los futuros propietarios pueden participar en el diseño de su nuevo hogar para adaptarlo a sus propias necesidades. Estas necesidades han cambiado últimamente a causa de la pandemia: se buscan habitaciones más grandes, espacios para teletrabajar, varios cuartos de baño, espacios exteriores como terrazas, áticos o jardines, buenas conexiones, iluminación natural, etc.
Un menor gasto energético es otra de las razones por las que muchos compradores optan por comprar vivienda nueva. Como hemos comentado hace unas semanas, la eficiencia energética y sostenibilidad en los pisos sobre plano es mucho mayor que la de los pisos de segunda mano. Las razones son un mayor aislamiento acústico y térmico, mejores electrodomésticos, ventanas herméticas, orientación óptima de los edificios para aprovechamiento de la luz natural y ventilación cruzada, empleo de materiales eficientes, iluminación led, paneles solares en las cubiertas, sistema de calefacción mediante suelo radiante, etc. Las calidades de los materiales y el menor gasto energético se traducen en la reducción de las facturas que pagarás durante años. Ahora que el precio de la luz está por las nubes, tener una vivienda nueva es, como dijimos, una buena manera de reducir el consumo energético.
Los pisos nuevos suelen formar parte de urbanizaciones con muy buenas instalaciones y zonas comunes: jardines, parques infantiles, piscinas, gimnasios, pistas deportivas… Su tranquilidad y seguridad es mayor que la de las casas antiguas. Además, suelen contar con plazas de garaje privadas y trasteros.
Para terminar, un último motivo para apostar por vivienda nueva son las garantías que ofrece el promotor a la hora de adquirir un piso de obra nueva, que estarán vigentes durante varios años y que no existen en el caso de la compra de vivienda usada.