Durante los meses de julio y agosto de 2022, se ha vuelto a registrar un aumento exponencial de las olas de calor en toda la Península Ibérica, igual que sucedió el año pasado. Durante las olas de calor, se recomienda permanecer en lugares frescos y a ser posible, refrescarse con un poco de agua, ya sea dentro del baño o en una piscina. En grandes ciudades como Madrid, al tener tanta demanda de personas, la mayoría de éstas, deciden adquirir una vivienda utilizando la ubicación como elemento principal, dejando en segundo plano cosas como las zonas comunes o piscinas comunitarias.
Cuando llega el calor, la decisión de optar por una vivienda céntrica se ve afectada por el urbanismo de la gran ciudad, caracterizado por la falta de elementos que desciendan la temperatura ambiente como zonas verdes, o la escasez de piscinas públicas, las cuales se terminan llenando hasta un límite que impide disfrutar de un día tranquilo y refrescante con la familia. Por esta razón, las urbanizaciones de pisos con piscina como nuestras promociones en El Cañaveral, tienen un mayor índice de visitas y consultas durante estos meses, con compradores que, por unas temperaturas demasiado elevadas y la necesidad de estar en un lugar fresco y relajado, ven la piscina comunitaria como una forma de escape y evasión del calor.
Aun así, contar con una piscina comunitaria tiene un valor mucho más que el poder bajar cuando uno quiera durante los meses de más calor, sino que le otorga un valor dentro de los hábitos de una persona a modo de ventajas:
La primera ventaja de los pisos con piscina es contar con un punto de reuniones que atrae a amigos y familiares, y en consecuencia un mejor nivel de vida social. Además, durante los meses de apertura, la piscina permite a los vecinos relacionarse entre sí en un ambiente más distendido favorable para crear buenas relaciones. Contar con amistades dentro de la comunidad siempre será favorable de cara a buscar apoyo en obras o medidas que pueda tomar la comunidad de vecinos.
La segunda ventaja está relacionada con las familias, puesto que se presenta una actividad deseada por los más pequeños a pocos pasos de la puerta de la vivienda. Durante el verano, cuando los hijos no tienen colegio, el mantenerse en casa con el calor exterior no es una solución viable. De esta forma, los más pequeños podrán disfrutar del agua junto con su familia, convirtiéndose en una actividad que no suponga indiferencia para los padres.
Esta segunda ventaja también juega un papel importante en el desarrollo social de los más pequeños, permitiendo crear más fácilmente amistades con otros niños. Estas amistades, cuando se hagan un poco más mayores, los padres podrán disfrutar de la seguridad de saber que sus hijos están pasando el día dentro de la urbanización, dado que la alternativa a la piscina será el calor de la calle.
La última ventaja consiste en el valor añadido que aporta a la vivienda el contar con piscina comunitaria, porque en caso de existir, lo más probable es que haya grandes zonas comunes para relajarse y pasar el rato.