El inicio del año para el mercado de viviendas de segunda mano se ha visto eclipsado por una subida del precio en comparación con viviendas de obra nueva dentro del territorio español. Según destaca Santiago Martínez, responsable de Análisis económico y Financiero de Ibercaja, con el cierre del año anterior, el dato trimestral en comparación con el año anterior, revela un aumento interanual del 7,8% para las viviendas usadas, frente al 6,8% de las viviendas nuevas. Mediante los datos extraídos del INE, en Ibercaja afirman un cambio de tendencia a la hora de comprar vivienda nueva o usada, provocando también la moderación del incremento desde que en 2022 se alcanzaron los máximos durante el primer trimestre, donde la vivienda nueva dejó un porcentaje más alto que las viviendas de segunda mano.
Otros datos de especial relevancia del ejercicio interanual son el crecimiento generalizado de los precios de la vivienda en España durante finales del año pasado. En todo el territorio la media de este último trimestre ha crecido hasta situarse en el 7,6% interanual, contando con viviendas nuevas y usadas. Al igual que ocurre en ambos tipos de vivienda por separado, según Ibercaja, el crecimiento se ha mantenido elevado, aun teniendo en cuenta el aumento máximo alcanzado durante los primeros tres meses del año, llegando hasta un máximo del 8,5% de aumento interanual. Con estas tendencias sobre la mesa, los datos señalan una subida superior al 51% desde el mínimo de todo el ciclo, cerrando el año con solo un 5,2% por debajo del precio máximo que se ha registrado durante todo el año en las operaciones de compraventa de viviendas.
Hasta finalizar el año 2022, la evolución de los precios de ambos tipos de viviendas se mantenía desigual. Por ello, a la hora de comprar vivienda nueva o usada, los compradores se mostraban indecisos, siempre atentos del mercado inmobiliario y las oportunidades de adquirir viviendas de buena calidad sin precios desorbitados. Si bien los últimos datos anuncian una subida del precio de viviendas usadas sobre las nuevas, los datos se mantienen muy alejados de lo ocurrido en el 2008.
Cuando se trata de compraventa de viviendas ya usadas, los datos sobre precios de viviendas de segunda mano ofrecidos por el INE exponen un aumento del 49,3% desde los datos mínimos registrados, y hasta casi el 16% por debajo del precio máximo emitido durante la crisis del 2008, un dato muy bueno para la estabilidad y seguridad del mercado inmobiliario. Por otro lado, cuando se trata de viviendas de obra nueva, el crecimiento histórico que han tenido ha sido mayor, llegando hasta un 66,1% al compararlo con el mismo ejercicio de muchos años atrás.
Estos repuntes que se han visto en el tercer trimestre, se acumularon siete meses de precios al alza de la vivienda. Cuando se trata de nueva obra, el último trimestre viene marcado por un aumento del 0,8% respecto al segundo. Algo parecido ocurre con la vivienda usada, que sufre una subida del 1,5% al compararse con los precios del segundo trimestre.